(^_^)/おはよー Good morning tomodachis!!! Ya es la madrugada jejeje pero no podía esperar es que Waaaa por fin publicare mi primer fanfic Hisogon ❤(っ^▿^), espero me halla quedado bien ya que aun no manejo 100% la personalidad de Hisoka❤❤❤, además no es el primero que escribo, es no se el quinto?(^-^), pero estaba preocupada de cual elegir para publicar y darle seguimiento, al final me decidí por este porque es el que mejor tengo estructurado en mi cabeza(~^w^)~, aunque este capitulo paso por muchos cambios quedándome con el primero [desperdicie mi tiempo para escribir más (-.-;)] y solo le añadí cosas, los demás que escribí servirán para después Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ.
La sexy sinopsis: Hisoka encuentra a Gon con el rostro lloroso, por una pelea con Killua, desembocando una serie de acontecimientos que harán que Hisoka termine amando a Gon.
Pero cuando realmente Killua y Gon rompen, Hisoka tiene su oportunidad, sin embargo ¿qué hará con el roto corazón de Gon?
-Gon ¿quieres que te enseñe como amar de nuevo? Así podrías volver con Killua¿verdad?... Solo confía en mí hasta que al final... Termines (amándome) volviendo con él...-
"El amor con amor se paga, las heridas de amor solo con amor se pueden curar (Juan de la Cruz)"
Hasta...
Que la lluvia de sus ojos seco (Cap. 1)
“La lluvia cae porque la nube ya no puede
soportar el peso, las lágrimas caen
porque ya no pueden
soportar el dolor”
porque ya no pueden
soportar el dolor”
Hisoka caminaba en aquella noche hermosa sin preocupación
alguna, su mente estaba relajada, hasta que escucho a unos tipos susurrar algo
que le pareció interesante hablaban con exaltación de un chiquillo que
deambulaba por las calles y al parecer se lo podrían llevar a alguien que
conocían para un experimento.
Miro hacia todos lados
sin hallar de quien hablaban entre tanta gente, visualizo hacia donde se dirigían
los ojos de aquellos adolescentes idiotas, hallo al “chiquillo”, que para su no
muy grata sorpresa de quien hablaban era de su presa favorita… Gon, curvo los
labios en una sonrisa espeluznante, no iba a dejar que aquellos tipos se lo
quitarán y menos ahora que lo había encontrado.
No tenía ganas de desperdiciar fuerzas y por ello se acerco
rápidamente al menor, tomándole por los hombros a lo que este le miro, dejándole
notar que el rostro de este se hallaba húmedo por las lágrimas resplandecientes
con el reflejo de la luces de la ciudad, que descendían por sus mejillas, no tenían aquel brillo que demostraba su
espíritu que le gustaba, sino solo un inmenso vacío.
Además al examinar a Gon ha detalle entendía por qué aquellos
tipos se le habían quedado viendo como si fuera oro puro, ya que se hallaba en piyama que consistía en una playera que le
llegaba a los muslos, en la que se transparentaban sus botoncitos, unos
diminutos bóxers con dibujos de estrellitas que permitían ver sus hermosas
piernas morenas y descalzo.
Desde que lo había visto la última vez le había crecido en
cuanto a altura algunos centímetros, más sin embargo el cabello estaba considerablemente
más largo, recogido en una trenza que
descendía hasta sus tobillos, con terminaciones en verde.
Trago saliva sonoramente conteniendo un poco lo sensual que
era aquel cuerpecito, no debía sucumbir y violarlo, no a menos que pelearan y
luego lo violara, para después quebrarle el cuello con su último gemido, no iba
a dejar arrastrarse como un simple papel en el aire.
Parpadeo dejando sus fantasía para desviar su mirada hacia la
de los tipos que miraban a Gon, ellos le miraron aterrados y al verlo huir se
rio de lo cobardes que eran. Comenzó a alejar con la mirada y su simple
presencia asesina, nadie debía de fijarse en Gon, podrían violarlo y luego matarlo,
robándole el privilegio.
Su mirada se desvió de
nuevo a su manzanita, este parecía no verle, estaba hundido en su depresión.
Arqueo la ceja izquierda preguntándose ¿Por qué estaba así?,
se debatía entre preguntarle o irse, más eligió lo primero.
-¿Qué haces aquí Gon?- por fin hablo con aquel acento francés
que hiso que él joven cazador por fin se diera cuenta de la presencia, ya que no
le había notado.
Él mago esperaba impacienté la cara del potenciador en busca
de alguna de aquellas desatinadas respuestas que a menudo emanaban sus hermosos...
Labios de niñito infantil, pero esta no llegaba, le toco de nuevo el hombro haciéndolo
estremecer y que se alejara un centímetro de él.
Él pelinegro carraspeo la garganta –… Nada… ¿Por qué?- le
sonrío de una manera muy forzada, sin embargo seguían descendiendo las frías
gotas.
Te ves triste niño… No es que me importe… Pero eres mi presa
y debo saberlo, por si decides suicidarte, yo humildemente me ofrecería a asesinarte
si gustas- se lo dijo con un tono como si de un viejo amigo se tratara
burlándose del niño. –Además que no estabas con Killua-
Por el silencio de Gon supo que debía ser la causa Killua,
tal vez si eran novio como él había sospechado, ya que notaba como el albino
miraba a su supuesto mejor amigo.
-… - las lagrimas volvieron a descender por el rostro de su
manzanita y el cual poso su mano en su boca conteniendo sus sollozos, que a
pesar de ello eran bastante sonoros, las personas comenzaron a mirarlos de
nuevo, creyendo que Hisoka le estaba haciendo algo.
Pero esto no le importo ya que quedo en shock durante algunos
segundos, pero eso no era propio de él y se recupero al notarlo, para luego
colar su mano sobre el hombro del menor quien paró de llorar y le miró
confundido, no le producía gracia que él no fuera quien le hiciera llorar hasta
quebrarse.
Fastidiado de las miradas inquisidoras de la gente, Hisoka
cargo a Gon caminando hacia un hotel.
Al entrar al hotel todos le miraban con cara de que
pervertido, además de que tenía fama en ese hotel, ya que en ese lugar se
citaba siempre con Machi, pero que personas tan idiotas y sus principios que
por él se podían ir al carajo.
Después metió la llave en la cerradura entrando a la
habitación que era en realidad una suit de lujo para cazadores, solo pasaría la
noche ahí y lo peor sería que sin hacer nada.
Dejo a Gon en la cama, sentándose en esta misma.
-¿Qué te pasa Gon?- le pregunto, de verdad le daba curiosidad
el saber porque Gon se encontraba de esa forma, le era una paradoja el verlo
así.
-Killua... Killua- fue lo único que le dijo antes de desviar
la mirada con un desdén de tristeza.
-Puedes desahogarte conmigo, igual yo no le hablo al idiota
de Killua- Gon le miro mal por su comentario pero lo dejo pasar rápidamente.
-Se enojo conmigo y me
corrió del departamento- le hablo fríamente Gon, al lapso que escondía su
rostro en sus rodillas.
-No sé porque haya sido, pero... Llora todo lo que quieras
desahógate hasta que deje de doler o de lo contrario hasta que ya no puedas
llorar, ¿prefieres ahogarte en tus lagrimas? Creí que tenias más valor que ese
niño- hablo Hisoka como si lo comprendiese.
Algo raro paso por la
mente del mayor ya que extendió los brazos, a los que casi al instante Gon
salto a refugiarse en la calidez, acomodando sus piernas en el regazo de Hisoka y su
cabeza en el pecho humedeciéndolo lentamente.
-Él me dijo que *snif* me odiaba- los brazos de Gon se colocaron en los hombros
de Hisoka.
Escuchaba como sollozaba de nuevo emitiendo gemiditos de
agonía.
-¿Por qué se pelearon?- pregunto por fin lo que en realidad
su morbo quería saber.
Gon hundió más su cabeza en su pecho –Se enojo porque me fui
con Alluka a comprar vestidos para ella... Y-ya no me deja acercarme a ella, me
dijo... Que me lo advirtió y me saco-
Estrecho entre sus
brazos más fuertemente aquel cuerpo que era tan cálido y olía tan dulce, como a
una flor.
Por alguna razón sintió pena por Gon, aunque él nunca lo sufriría
porque no amaba a nadie, pero ¿por qué se estaba comportando tan... Humano? Ni
siquiera él lo entendía por qué se quedo con Gon hasta que la lluvia de sus
ojos seco...
Y así me despido~ Gracias por leer tomodachis (^o^)/❤
♪*Gu! Gu! Gu!♪ ❤♫Bai Bai~*❤♫